Seguro que te preguntas como puedes diseñar un plan estratégico para tu negocio. . .porque vamos a asumirlo, a todas nos encanta soñar, imaginamos esa situación ideal en que nos marcamos unos retos, unos objetivos y nos convertimos en heroínas al alcanzarlos…pero ¿Qué ocurre cuando eso no sucede?
No queremos conseguirlo por los aplausos y las palmadas de los demás, ni por demostrar nada a nadie, sino por la sensación de ser capaces de cumplir con nosotras mismas, de saber que podemos afrontar todo lo que nos propongamos y que somos capaces de eso y más.
Como habrás adivinado, el conseguir nuestras metas no solo es reconfortante y motivador, sino que nos da seguridad y confianza.
Si nos hemos marcado unos objetivos es porque previamente nos hemos preguntado lo que queremos y donde queremos llegar, pero si no hay un plan para conseguirlo, las posibilidades de que eso ocurra disminuyen.
Conozco muchas emprendedoras que simplemente quieren conseguir clientes, que su empresa sea rentable, aumentar sus ingresos, vivir “tranquilas”, ¿pero qué significa todo eso? No puedes simplemente decir: quiero más clientes. Hay que especificar cuantos exactamente, en cuanto tiempo, que vas a hacer para conseguirlo y planificar una estrategia adecuada para obtener los resultados que deseas.
Si no se puede medir, no puedes saber si funciona lo que haces y por tanto no podrás evaluar si te sirve o tienes que hacer algo diferente. Para entonces habrá pasado mucho más tiempo que podrías haber invertido en conseguir lo que quieres antes.
Parece obvio, pero te sorprendería la cantidad de gente que no planifica y luego se asombra por no saber qué hacer ni hacia dónde tirar y no conseguirlo.
Me gustaría compartir lo que yo hago cuando tengo que planificar alguna estrategia para conseguir un objetivo que me haya propuesto. En realidad son un montón de preguntas, que a simple vista pueden parecer que si las saltamos no pasa nada, pero ten en cuenta que las que te cuesten más responder son las que te aportaran más claridad.
¿Qué quiero conseguir?
Ya sé que lo repetimos hasta la saciedad, pero a estas alturas mucha gente todavía no consigue averiguarlo. ¿Donde quiero estar en X meses o en un año? ¿Qué quiero que suceda? ¿Cómo quiero que sea mi día a día? ¿Cuántas horas le quiero dedicar? ¿Qué es lo que más valoro en mi vida? ¿Y en mi trabajo? ¿Qué quiero conseguir a nivel personal y profesional? ¿Lo he intentado en el pasado? ¿Qué es lo que no salió bien? ¿Qué podía haber hecho diferente?
Todo ello te dará claridad para enfocarte en lo que quieres, en darte cuenta de que quizás lo que te habías planteado no es de verdad lo que deseas, porque a lo mejor elegiste un modelo de negocio que no va acorde a la libertad que quieres, o a tu prioridad, que es tu familia. . . depende de lo que cada una elija.
Cuando yo me plantee mi negocio de decoración, elegí un negocio presencial para que me diera visibilidad y así evitar el tener que exponerme a los demás y “vender” lo que hacía. Sin darme cuenta de que me implicaba trabajar hasta la noche y muchos fines de semana porque no podía permitirme pagar a alguien que me ayudara, teniendo las tres niñas pequeñas, decidí contratar una canguro, que me salía más a cuenta.
Todos los días me decía que era algo temporal, que cuando fuera bien ya tendría ayuda y que había que “sacrificar” un tiempo para conseguir lo que quería, más libertad con un negocio propio. Me di cuenta de que no solo era una cuestión de “pagar el precio” (lo veremos más adelante), sino de que mi negocio tenía que ir acorde a lo que quería: más libertad. A veces nos encasillamos en modelos que conocemos sin tener una mente abierta a otras posibilidades. No hace falta que te cuente el final. . .por mucho que te guste lo que haces, muy trabajadora que seas, tiene que haber una compensación.
¿Qué he hecho hasta ahora?
¿Qué has conseguido? ¿Qué has tenido que superar para hacerlo? ¿Qué te motivaba? ¿Qué propósito tenias? ¿Te sientes orgullosa? ¿Qué hiciste para conseguirlo?
Todo lo que hayas logrado es motivo para estar orgullosa, aunque muchas veces nos cuesta identificarlo porque siempre estamos enfocadas en lo que queremos conseguir y todavía no tenemos. Pero cuando echas la vista atrás y ves el camino recorrido te hace sentir orgullosa y pensar que si lo has hecho un vez, puedes volver a lograrlo.
¿Qué estoy haciendo yo hoy?
¿Estoy haciendo algo para que eso suceda? ¿Está funcionando? ¿Por qué no? (en caso afirmativo ya no nos estaríamos cuestionando todo esto porque habríamos conseguido nuestro objetivo) ¿A que le tengo miedo? ¿Qué lo alimenta? ¿Cuándo ocurre, de que me doy cuenta?
[Tweet “¿Estoy haciendo algo para que eso suceda?”]
Tu realidad es lo que te planteas hacer y no haces. Tener que tomar una decisión pero tener tantas dudas que lo dejas para mañana. El día a día que vives pensando en que tienes que cambiar algo y todos los días haces lo mismo. El no saber que paso dar porque temes elegir el equivocado, el quejarte por no conseguir cosas, responsabilizando a las circunstancias. El tengo que. . . que nunca se convierte en quiero.
¿Cómo lo voy a conseguir?
¿Debería hacer algo que no estoy haciendo? ¿Por qué? ¿Qué tengo que superar? ¿Qué es lo que puedo hacer? Si no lo sé, ¿cómo puedo averiguarlo? ¿En qué me tengo que enfocar? ¿Qué bloqueos tengo? ¿Qué cambios quiero hacer? ¿Qué hábitos me impiden avanzar?
Cuando tienes la claridad de lo que quieres y eres consciente de la realidad que tienes, es más fácil encontrar que es lo que tienes que hacer para conseguirlo.
Planificar las estrategias necesarias, apuntarlas en tu calendario, y verificar que se cumplen es lo que dará rumbo a los objetivos de tu negocio. El problema en un porcentaje bastante elevado es la falta de claridad, si fallamos en alguna de las fases anteriores, es complicado saber cuál es el siguiente paso.
Hay quien cree, porque así se lo han “vendido”, que queriendo algo con todas tus fuerzas y visualizándolo el universo le proveerá, se sentirá como si ya lo hubiera conseguido y estará más receptivo. Eso puede motivarte, pero te aseguro que si no haces nada ni te enfocas en ello, el universo puede ponértelo en bandeja de plata y tú ni te enterarías.
También hay quien elije negocios, con el único objetivo de pensar que son más rentables o más fáciles de conseguir resultados. Te aseguro que todo lo que quieras conseguir tiene un precio y si no estás dispuesta a actuar, a cambiar hábitos y superar retos, ni te lo plantees.
Un negocio, un blog, aunque tenga una mínima estructura requiere invertir mucho tiempo, esfuerzo y dinero y si no estás preparada para ello, te vas a frustrar dejando con ello esperanzas y sueños. Ese precio sí que es alto, te lo digo después de pagarlo en unas cuantas ocasiones. Si quieres algo de verdad, lucha por ello. Sigo invirtiendo tiempo en mi negocio, pero lo he enfocado en que me permita vivir como a mi me apetece.
Al principio te agobias mucho pensando en la cantidad de cosas que tienes que hacer, pensar, decidir y nos bloqueamos sin saber hacia dónde ir, la duda y la incertidumbre nos invade y nos paralizamos hasta estar seguras de tomar la decisión adecuada. La seguridad no viene por inspiración divina, tienes que hacer algo para conseguirla.
Así que la propuesta para esta semana es que definas donde quieres ir y planifiques que pasos vas a dar para conseguirlo.
Determina donde vas y planifica los pasos a seguir para conseguirlo. Clic para tuitearCuéntame que te preocupa o que dificultad tienes, compartiendo tu opinión puedes inspirar a otras personas. Me encantará leerte. . .
Hola Cristina,
¿Cuánto miedo a tener unas bases que indiquen si estamos cumpliendo nuestros objetivos o no? Porque lo que sigue es reconocer que o no estamos haciendo algo bien, o lo que hacemos no es suficiente, o quizá es sólo cuestión de tiempo. Pero aún así, lo más fácil si tenemos todo atado es que tengamos en algún momento que responsabilizarnos de lo que hacemos.
Yo he seguido todas las preguntas que hacías y tengo claro dónde estoy, y todo lo que me queda para conseguir lo que quiero en los próximos meses. Ahora es cuestión de tener fe, creer en mi y en mis posibilidades, pero sobre todo y como bien dices, de seguir trabajando día a día y dar mi 100% para conseguirlo. ¡Manos a la obra!
Un saludo.
Concepción, me alegro que ya tengas tus metas fijadas, sepas donde te encuentras y vayas a por ello. Cuando tienes todo esto claro, puedes elegir la mejor forma de hacerlo.
Es cierto que a veces no sabemos lo que falla, pero otras lo que pasa es que no estamos dispuestas a pagar el precio que significa conseguirlo, superar algún obstáculo, invertir tiempo, hacer”pequeños sacrificios” o vencer miedos que nos tienen dando vueltas. . .lo importante es ser sinceras con nosotras mismas si de verdad queremos llegar.
Un saludo,
Cristina