¿No sabes qué precio poner a tus servicios? ¿Realmente crees que es incompatible dedicarte a ayudar a los demás mientras edificas un negocio solido y lucrativo?
Muchos profesionales que se dedican al desarrollo personal, a terapias, a facilitar y a mejorar la vida de los demás en general, tienen la creencia de que desarrollar su actividad es incompatible con la creación de un negocio que les aporte cierto nivel de vida, ingresos que consideran excesivos o que van en contra de los valores que implica la dedicación a los demás. Muchas de mis clientas se encuentran con esa dificultad.
Creo que a menudo se mezclan conceptos que no deberían ser opuestos y combinamos ideas y valoraciones que nos llevan a creer que no podemos ingresar grandes cantidades de dinero por un servicio que al fin y al cabo la gente “necesita”. Este debate podría alargarse mucho y seguro que sería muy intenso y enriquecedor, pero solo disponemos, por ahora, del espacio que ocupa este artículo, así que os voy a dar mi opinión.
Creo que todos tenemos ese principio o valor intrínseco en el ser humano (a excepción de cuando nuestro ego aflora) de querer contribuir al bienestar de los demás, menos mal. Si no el mundo sería menos habitable. Todos hemos ayudado en ocasiones a alguna asociación sin ánimo de lucro, para niños, para mujeres maltratadas o para cualquier colectivo menos favorecido. Pero la solidaridad no es solo participar en esas colaboraciones, yo creo que la solidaridad empieza con el deseo real de ayudar a los demás, y empezando por uno mismo.
¿Por qué tenemos tantas ganas de ayudar a los demás y no nos ayudamos a nosotros? Porque cuando lo hacemos por los demás nos sentimos mejor, y nos creemos mejores personas y eso nos da bienestar y tranquilidad. Y quizás no veamos tanto la necesidad de hacerlo por nosotros, porque nos convertiríamos en egoístas y egocéntricos, ¿y quién quiere ser eso? Querer ser y estar mejor no significa que seamos egoístas, empieza por sentirte bien tú, por motivarte todos los días y que a pesar de los tropiezos, lo afrontes con una sonrisa, por aprender de los errores, por hacer cosas que te hagan sentir viva y te sientas bien, y crecerá ese deseo de enfocarse en los demás, porque estarás en condiciones de ser más útil.
Vayamos a nuestros negocios. ¿Qué ocurre cuando creemos que no merecemos vivir mejor que los demás? ¿Qué no merecemos que nos “devuelvan” con dinero el esfuerzo, el tiempo y el trabajo que hacemos? Pues nada más y nada menos que nuestros negocios no son rentables y tenemos que bajar las persianas. Si tú no te crees que merezcas esa recompensa, y tienes que cerrar tu negocio, ya no podrás ayudar a nadie más, a no ser que voluntariamente colabores desinteresadamente en alguna organización, cosa que puedes hacer si lo deseas independientemente de tu negocio y ayudar a gente con más necesidades y más desfavorecida.
Cuando piensas en que no eres merecedora y además te sientes insegura, te hace creer que tienes que tener tarifas bajas por tus servicios, y más cuando al principio no tienes muchos clientes y lo ves como una manera de captarlos.
Ese error es muy común. Lo hago más barato que los demás, y así vendrán conmigo. . .pero ¿quién vendrá? Todos los que valoren tu servicio por el precio, los que quieran descuentos, los que no valoren tu trabajo, todos los que se enfoquen en lo que les cuesta y no en la transformación y el beneficio que les puede suponer invertir en tus servicios. Si es lo que quieres, perfecto, adelante. Si no, enséñales las ventajas de contratarte, desarrolla la mentalidad que necesitas para mostrar al mundo lo que puedes hacer por él. Aumenta tu confianza y cree en tu potencial, porque cuando tengas el bolsillo lleno, puedes hacer con el lo que desees, inclusive colaborar con quien creas que más lo necesita. ¿No es mejor eso que tener que cerrar tu negocio, aceptar por necesidad cualquier empleo mal pagado y encima no tener ni tiempo para dedicárselo a nadie más? Empieza por valorar tu lo que haces, y si lo que haces no crees que tenga valor ¿para qué vas a hacerlo?
Te ayudará tener diferentes precios para diferentes infoproductos o servicios en función de la implicación de tu tiempo y del valor de lo que ofreces y del tipo de transformación que suponga. No es lo mismo un libro que un servicio de un programa privado que te ayuda a estructurar y crear un estilo de vida y un negocio perdurable a más largo tiempo.
El precio lo puedes poner en base a tus competidores, pero eso solo te hace ser uno más. La idea es que te especialices y que aportes valor con tus servicios, que no sea un mero concepto de “son las tarifas habituales. . .la pregunta sería ¿qué te diferencia a ti entonces? Porque si no la hay, se van con el servicio más barato. Detrás de todo eso hay una base de posicionamiento, de entrega de valor, de los beneficios de lo que ofreces, de crear una marca personal sólida, de superar obstáculos como “no me siento segura o no seré capaz. . .” pero al final, llega el sentirte bien recompensada en todos los ámbitos. En mi opinión hay que poner una tarifa que te haga sentir un poco incómoda. Siempre tendemos a infravalorarnos y eso nos hace salir un poco de nuestra zona de confort, así que valora lo que les aportas, lo que te hace sentir bien y céntrate en el beneficio que ofreces.
Te quería contar que esta semana he participado junto con mi familia en una fiesta del barrio donde vivo. Se trata de Sant Medir, que se celebra en tres barrios de la ciudad de Barcelona. La fiesta consiste en pasear por sus calles a tirar caramelos a los niños (y no tan niños) durante todo el día. Mis hijas lo pasaron muy bien, disfrutaron mucho y yo también, tuvimos que comprar unos cuantos kilos de caramelos para repartir. Lo que quería compartir contigo es que se tiran toneladas y toneladas de caramelos (más que en la cabalgata de reyes) y más de la mitad se quedan enganchados y esparcidos por el suelo. ¿Qué te quiero decir con eso? La gente no valora mucho lo que se da gratuitamente, a excepción de los más pequeños, nadie se agacha a cogerlos, solo quieren que se los pongas en la bolsa, en la cesta o en cualquier recipiente que sostengan. Demasiado esfuerzo agacharse por un puñado de caramelos, así que se los llevan el servicio de limpieza que pasa detrás intentando dejar las calles como estaban.
Cada uno valora las cosas desde su perspectiva, desde su realidad. Para ti a lo mejor ayudar a alguien a mejorar su vida, te implica invertir un cierto tiempo, empleando una serie de herramientas y métodos que has aprendido y que has integrado en tu forma de trabajar, pero para otro tiene el valor de transformar su vida, de abrir una puerta que no sabía que existía o de aprender a generar opciones que no podía ni imaginar. Enfócate en ayudar a las personas, porque la recompensa de una vida mejor, en todos los sentidos, vendrá. Te sentirás mejor internamente, sabrás que tienes un propósito y además tu bolsillo engordará. ¿Por qué no te ibas a merecer eso? ¿Acaso no eres una buena persona? ¿Quizás tienes malas intenciones y eres una aprovechada? ¿A lo mejor crees que estás abusando de los demás? Si no es así, reclama lo que te mereces, porque eso motivará que puedas tener una vida mejor y consecuentemente ayudaras a tu familia y los tuyos primero y estarás en condiciones de ayudar a los demás después.
Cuéntame en base a qué concepto pones tus precios, compartir es una manera de colaborar y ayudar a los demás, gracias por estar ahí.
Un abrazo,
Si te ha gustado, apúntate a mi newsletter en el panel lateral, dejándome tu nombre y correo para que puedas recibir muchos más, así como estrategias e información útil para tu empresa y de regalo el ebook “Descubre como superar los obstáculos que te impiden disfrutar de un negocio prospero, con más clientes y más ingresos”.
Muy interesante el escrito Cristina, es muy cierto y valioso todo lo que comentas. El domingo en nuestra pagina facebook lo compartiré con nuestras seguidoras.
Un abrazo!
Gracias Soraya, tendemos a no valorar suficientemente lo que hacemos y eso se refleja en nuestros resultados.
Saludos
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices Cristina. Muy interesante!
Gracias Carmen, me alegra que te guste. Un abrazo.
Hola Cristina! Por fin me he suscrito a tu blog! La verdad es que me va a venir genial leerte, porque estoy planteándome poner en marcha mi marca personal y ofrecer mis servicios. Y la verdad es que ando muy perdida. Lo que quiero hacer, a nivel de asesoría, no se hace en España y por lo tanto no sé cómo obtener precios de referencia.
Eso implica tener que hacer un trabajo de investigación paralelo para intentar averiguar qué precios ponen las mujeres que sí se dedican a esto en otros países… y la verdad es que no sé cómo hacerlo.
Tus consejos me van a venir realmente bien, Cristina. Gracias por el artículo.
Hola Desirée, estoy encantada de tenerte aquí y de poder ayudarte en tu proyecto. Tus servicios son algo muy especial y estoy segura que tus clientes quedarán encantadas. Un abrazo.
Hola gracias Cristina por este gran oportunidad .de aprender mucho como salir para delante.me gustaría saber muchos más .
Hola Sebastian, gracias por el comentario. Si te apuntas a las newsletters recibirás todas las semanas artículos, recomendaciones y estrategias para tu negocio.
Saludos,
Cristina