Cuando te ocurre algo que puede ser extraordinario, se convierte en “normal” cuando dejamos de valorarlo. ¿Cómo podemos seguir valorando lo que conseguimos? El valor de nuestros logros nos motivan y nos mueven a conseguir más, es como una bola de nieve, que cada vez se hace más grande, y cada vez nos atrevemos a ir más allá.
Antes de alcanzar nuestros objetivos, tenemos una expectativa, que a su vez se mezcla con nuestras dudas y nuestros miedos y a veces incluso nos parece inalcanzable. Entonces ponemos todo nuestro enfoque y nuestro empeño en él, en averiguar cómo conseguirlo, en buscar el cómo, en visualizar cómo nos sentiríamos cuando lo hayamos conseguido, en lo importante que es para nosotros hacerlo, y. . . ¿qué pasa cuando llegamos? Nos sentimos eufóricas, pensando que lo mucho que nos hemos esforzado y atrevido ha valido la pena y ha tenido su recompensa. Pero ¿por cuánto tiempo? No sé si te ha pasado alguna vez que después de la primera fase de excitación por haberlo conseguido, viene otra de asimilación. Nos vamos haciendo con la idea de que como ya ha pasado, no tiene tanta importancia, ya forma parte de nuestra vida cotidiana y de nuestra colección de pequeños logros. Además empiezas a pensar que otros también pueden hacerlo, que lo que yo sé lo sabe mucha gente, que cualquiera puede hacerlo. . .y vas relativizando lo que has conseguido hasta convertirlo en algo normal para ti, sin más importancia.
¿Qué pasa con el valor de lo que has conseguido? ¿Lo pierdes. . .? Para nada. No puedes dejar que por el hecho de que sea pequeño, de que hayas tardado en conseguirlo, de que te haya costado, de que otros puedan hacerlo, pierda su valor. No hay nadie igual que tu, o sea, que aunque otro pueda conseguirlo no puedes compararte constantemente con los demás. Quizás otros no hayan tenido que superar lo mismo que tu y el proceso puede ser completamente distinto, así que aunque el resultado pueda parecerte el mismo, no lo es. Valora lo que has conseguido porque has tenido que pagar un precio, a veces más pequeño, otras más grande, pero un precio al fin y al cabo.
Si crees que todo el mundo puede hacer un esfuerzo en superar sus obstáculos y actuar a pesar de sus dudas y miedos, tal y como puedes hacerlo tú, te equivocas, hay personas que no saben ni siquiera que tienen obstáculos más allá de lo visible y de las circunstancias que los envuelven, hay otras que no saben cómo hacerlo, hay otras que el miedo a perder, a no estar a la altura o a no obtener resultados es más fuerte de lo que creen, hay otras que se sienten incómodas saliendo de su zona de confort y de hacer lo que están acostumbradas a hacer habitualmente, y hay otras que ni siquiera se creen capaces de poder conseguirlo.
Como verás hay muchos motivos para no actuar, y a estas alturas, ya sabes que si no actúas, no consigues resultados. Tu eres importante, tus proyectos y tu vida son importantes, dedícales tiempo, energía y atrévete a invertir en ti, es la mejor inversión que harás en tu vida. Solo pregúntate qué precio estas pagando por seguir así, como estas, y no conseguir lo que deseas. . . aquel anhelo que cambiaria tu vida. . .puede parecer poco tangible. . .cambiar tu vida, desarrollar tu pasión, tus deseos, tus sueños. . .eso está muy bien, pero yo te estoy hablando ¡de realidad! La realidad es el momento en el que te encuentras ahora, es lo que importa. Y no si vas a llegar o no a tu objetivo, sino CÓMO vas a hacerlo.
No tienes que pensar en condicional: si consiguiera eso. . . que increíble seria esto otro. . .si llego a tenerlo. . .piensa en cómo vas a hacerlo y márcate un objetivo concreto, qué pasos tengo que seguir, qué debo hacer aunque me cueste, qué tengo que cambiar de lo que hago, quién me puede ayudar. . .conseguirlo no es una opción, es tu obligación, TU OBJETIVO, tu compromiso contigo misma.
¿Qué te ayudaría a valorarlo? Tener presente por todo lo que has pasado, lo que has superado, tu experiencia, tus vivencias, lo que has compartido y trazar una línea desde dónde estabas hace un tiempo hasta donde te encuentras ahora. ¿Ha cambiado algo? Seguro que si, y ese cambio, por pequeño que sea, es importante. Cada uno necesita un tiempo determinado para cada proceso, pero eso depende de tu objetivo y del tiempo que quieras invertir en conseguirlo, las hay que tienen más prisa, las hay que quieren ir a su ritmo, paso a paso, sea como sea, lo importante es llegar.
En mi caso, suelo utilizar el “antes y el después”, como si se tratara de una dieta, especifico con la mayor exactitud posible mi situación inicial, como pensaba, como me sentía, que hacía y que tenía, y luego analizo donde he llegado con todo lujo de detalles, por pequeños que sean, siempre encuentro cosas de las que sentirme orgullosa y eso me da un chute de ánimo y de adrenalina que me empuja a seguir un poquito más allá. También me motiva recopilar mensajes de ánimo, de mis hijas y mi marido, de mi familia, de mis amigos, de mis clienta y de la gente que me sigue, que cree en mi, y entonces siento que lo que hago vale la pena y que estoy donde quiero estar.
Puedes utilizar muchos recursos para valorar tus logros, y me encantará que los compartas en los comentarios, estoy segura de que aunque a lo mejor no los celebres todos, pero alguno si ¿verdad?
Con cariño,
Deja una respuesta