Cómo puedo llegar a más gente es lo que se preguntan muchas microempresas, y no tan micro. . .pues la respuesta a esa pregunta puede suponer la diferencia entre el éxito de la misma o la presión de no tener suficientes clientes y que por muy bueno que sea nuestro servicio no podamos pagar las facturas. Por supuesto damos por hecho que hemos hecho los deberes y tenemos un buen servicio, orientado al cliente, que soluciona un problema o cubre una necesidad de nuestro nicho. . .¡¡así que solo nos hace falta que se entere todo el mundo!!
Cuando entramos en la fase en que tenemos que darnos a conocer, la diferencia entre una gran empresa, una mediana, una pequeña y una unipersonal se centra en la cantidad de recursos de que disponen para llegar a nuestro público objetivo, o sea, al que será nuestro cliente.
La ecuación es clara: si llego a más gente, tengo más posibilidades de ofrecer mi servicio y por tanto estadísticamente más posibilidades de venta y de aumentar mis ingresos.
Gracias a la tecnología
Hoy en día y gracias a la tecnología e internet, los recursos económicos que hay que invertir no son muchos, aunque ya sabes que si no inviertes en recursos económicos tienes que invertir en tiempo, en ensayos y errores, pero es perfectamente posible y eficaz (yo lo he hecho). Al principio inviertes más tiempo, y a medida que vas aumentando ingresos, vas invirtiendo también más en ti y en tu empresa.
Pero volvamos a eso de llegar a más gente. Entonces empezamos a investigar, a qué público nos dirigimos, donde se encuentra, por donde se mueve, que piensa, que siente, cómo puedo llegar a él. Ya sé que son muchas preguntas, pero evidentemente hoy en día, con la competencia que tenemos no podemos quedarnos en una mera descripción como: mi público son mujeres, entre 30 y 60 años de tal nivel socioeconómico, que se encuentren en tal situación geográfica o que se dediquen a tal cosa. . .hay que ponerles, nombre y apellido, mi cliente es Clara, una mujer, de unos 40 años, que se encuentra en esta situación, le pasa esto, se siente así y además tiene este problema o esta necesidad.
Tenemos que adentrarnos en la vida interior de nuestro cliente si realmente queremos ofrecerle una solución a sus problemas, eso es lo que desea nuestro cliente cuando nos contrata, te dediques a lo que te dediques.
Ahora es el momento de implementar las estrategias de marketing (pincha aquí para leer el artículo) que hemos aprendido, tenemos que aumentar nuestra visibilidad.
Nos conviene tener un blog como plataforma para generar confianza y ofrecer nuestros servicios.
El uso del email marketing nos permitirá tener un contacto constante con ellos para que nos sigan y valoren si les conviene contratarnos o no.
Podrán leer testimonios de clientes que pueden corroborar los beneficios que les ha supuesto trabajar con nosotras.
Podemos colaborar en blogs bien posicionados con posts de invitados.
Podemos dar charlas, conferencias. . .
Podemos crear talleres, cursos. . .
Le contamos a todo el mundo lo que hacemos.
Podemos asistir a reuniones de networking para ampliar nuestra red de contactos.
La teoría es fácil de encontrar y es necesaria como guía para saber qué pasos seguir. La pregunta es si realmente estás haciendo todo eso que sabes que tienes que hacer. . . (Yo me lo pregunto a menudo). Si la respuesta es no, entonces se que hay algo que me está impidiendo alcanzar lo que quiero, algo que tengo que trabajar.
En mi caso, cuando abría locales comerciales para tener un escaparate, no era consciente que en el fondo no quería tener visibilidad, o la quería pero sin hacer nada y. . .pasando desapercibida. ¿Cómo se come eso, como voy a tener visibilidad queriendo ser invisible? Supongo que ves la ironía. Cuando nos falta la confianza en nosotras, no estamos seguras y es cuando se produce la incongruencia. Sabemos que tenemos que ser conocidas para el éxito y buen funcionamiento de la empresa, pero decimos que no nos gusta ser el centro de atención, que no nos gusta estar expuestos a opiniones ajenas, no es más que desconfianza y dudas sobre nuestras capacidades.
Eso le pasa mucho a personas que les gusta hacer tareas creativas (me incluyo), crear productos de los que te enamoras, tareas de gestión o administrativas, donde mientras cumplas con los objetivos que te has marcado, ya has superado tu reto, o en trabajos tecnológicos, donde puedes ser muy bueno en tu ámbito profesional, pero no te gusta mucho interactuar con los demás.
¿Qué ocurre hoy en día con la nueva era de emprendedores? (de hecho, ha sido siempre así, aunque ahora más). Que si no superas todo eso y aumentas tu visibilidad, acabas en el olvido, siendo uno más de los que han desistido y se rinden en la gran marea de nuevas oportunidades que surgen y que aprovechan los que tienen esa parte superada.
Cuando yo llegué a esa conclusión, después de diferentes negocios y cuatro tiendas físicas, encontré la base del problema, no veía que en el fondo me daba miedo que los demás opinaran sobre mí, tenía miedo a equivocarme, a hacerlo mal, a que otros se enteraran de que o hacia mal, que me juzgaran, y en el fondo no era más que un reflejo de lo que yo misma pensaba de mí. No estaba segura de que lo que hacía estaba bien, de que era genial, de que creaba cosas bonitas para mejorar la vida de mis clientas, que les aportaba bienestar y colaboraba en el aumento de su autoestima. . .Pero ¿como iba a verlo si la mía estaba por los suelos?
Si me hubieran dicho en ese momento que me ganaría la vida interactuando con las personas, ayudándolas a crecer y hacer crecer sus negocios, personas fantásticas que necesitan de mi ayuda, que colaboras en que ellas mejoren sus vidas, que doy conferencias e imparto talleres para enseñarles cómo pueden hacerlo. . . les hubiera dicho que estaban mal de la cabeza, que estaban soñando, que no era posible. Solo de pensar que tenía que ponerme delante de una audiencia de gente a contarles algo, además aspectos íntimos de cada uno como son el desarrollo personal y emocional, no lo hubiera podido creer. Y sin embargo lo hago, y no solo lo hago, sino que me siento fenomenal por poder aportar mi granito de arena y compartir mi experiencia para ayudar a otros a superar obstáculos. Obstáculos, que muchos o pocos, grandes o pequeños todos tenemos, y así esta gran aventura de emprender tu propio negocio no se haga tan dura y costosa.
Solo quería decirte que a veces cuando queremos alcanzar un objetivo, necesitamos un plan, una ruta, un método, una estrategia que nos ayude, pero si en la base algo falla, sabotearemos lo que conscientemente sabemos que tenemos que hacer, pues no nos será posible llevarlo a cabo, si no superamos nuestras dudas, nuestros obstáculos y nuestros miedos.
No es que ahora pueda hacerlo sin más, me sigue dando respeto y me sigo poniendo nerviosa cuando hablo delante de un grupo de personas, pero decidí que aun así eso no me iba a detener.
Me encantaría que me contaras que te detiene para conseguir tus metas. . .
Deja una respuesta